martes, 31 de agosto de 2010

La Mecedora


  Me siento en una mecedora, donde la cual juego y juego durante horas… No tengo preocupaciones, tan solo disfrutar cuanto pueda con esa mecedora y mi imaginación. Pienso que es un barco que se hunde, un columpio que me lleva al infinito. Me mezo durante meses, sin descanso.

 El sol hace acto de presencia al atravesar con su rayo de luz, la mecedora me hace compañía en mis tardes vacías. Tan solo nos vemos en días complejos, pues mi mundo ya no gira a su alrededor. Expando mis fronteras, recorriendo las aceras cercanas a mi hogar. Disfruto de mis primeros balones, compañías y riñas. Pero por las noches cuando mi cuerpo se desploma, siempre es ella la que me aguanta.

 La luna me sonríe con una sonrisa blanca, la cual ilumina el rostro de una bella flor. Ya no solo interesa el juego de la diversión, sino que se compagina con las apuestas por la pasión. La mecedora marca el ritmo de nuestra explosión. Ella es testigo de mis descubrimientos.

 Las estrellas dan lugar a la madrugada, sentado en mi mecedora paso horas atrapado en folios. “La vida se me escapa”, pienso enfadado. Pero aún así lucho para abrirme paso a un nuevo mundo. Cuando me duermo, la mecedora se mueve para espabilarme. Son tiempos muy angustiosos, pero no he de perecer. Anonadado tras pantallas, comunicándome con seres queridos, o tras la misión de un juego. Aún así, el tiempo corre.

 El alba, da lugar a otro amanecer. Casa, vida, familia nueva. La mecedora envejece, al igual que tu cuerpo. Pero aún tienes que luchar  por nuevos ideales. Un trabajo, unos deberes, unas obligaciones que no terminan, y la misma vida. Pero por las noches cuando tu espalda adolezca, siempre estará esa mecedora para que no perezca.

 El anochecer, un día que se termina. Ya sin apoyo no caminas. Pasas el día casi siempre sentado, meciéndote en aquella mecedora, que al moverse cruje desgastada. Vaya broma, todo parece acabar donde empezó. El crepúsculo de tu vida, los deberes ya están hechos. Tan solo queda descansar y recordar todo lo vivido. Meciéndote poco a poco, un niño que jugueteaba, un chaval que descubría, un joven que maduraba, y un hombre que envejecía… El crujir incesante se iba deteniendo… Aflojaba… Cesaba… Se paró…

 Tony

 

1 comentario:

  1. Dios Dios Dios ! si esque llevas el arte en las venass ! esto no lo hago yo ni de coña xDD! tequiieroo ! sigue asi primo !

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